- CICLO NEVILLE -
Su trilogía criminal-costumbrista del Madrid más castizo.
Realizamos un ciclo sobre el ilustre director Edgar Neville, figura destacada de nuestra historia cinematográfica, con tres de sus películas más peculiares, las cuales forman una trilogía con la ciudad de Madrid como "protagonista".
El ciclo conto con una charla a cargo de Fotogramas y Viñetas sobre Neville, Emilio Carrere y la genial novela y película "La Torre de los Siete Jorobados", la cual intentamos resumir a continuación.
RESUMEN DE LA CHARLA “CARRERE Y NEVILLE, DE LA BOHEMIA AL BON VIVANT: Misterios de los 7 Jorobados”
Emilio Carrere y Edgar Neville se pueden considerar “almas gemelas”, ya sea por su cronología vital o por sus actitudes, el primero bohemio “renegado”, el segundo un proclamado vividor, ambos no se casaron con nadie aunque coquetearon con todos, y con una visión y carácter únicos.
EMILO CARRERE (1881-1947)
Carrere fue un bohemio “por propia elección” considerado dentro de la corriente poética del “Decadentismo Modernista” y enmarcado dentro de la “Otra generación del 27” (junto con Edgar Neville entre otros). Muy conocido en la noche madrileña de principios del s.XX, en la que tiene no pocas anécdotas pintorescas, propias o ajenas.
Comenzó trabajando de notario en el Tribunal de Cuentas, donde le había “colocado” su padre, durante esta etapa fue bohemio de noche, funcionario de día. No sería hasta 1923 que deja su puesto cuando Primo de Rivera cesa a los funcionarios y es a partir de aquí, y gracias a una cuantiosa suma que hereda de su padre algunos años más tarde, que se dedica enteramente a la literatura.
Su conocido interés por el ocultismo y esoterismo, le propició a conocer tantos círculos y reuniones como se hacían en Madrid, presenciando desde supuestas sesiones espiritistas hasta tertulias sobre la teosofía o el Zoroastrismo, a la par que al ser un personaje reconocido y reconocible (gracias a su capa negra y su sombrero de los que nunca se separaba) la gente le paraba en la calle para contarle las historias más inverosímiles.
En lo relativo a su pensamiento político fue, como decíamos anteriormente, pendulante, pues escribió en diversos periódicos como “Vida Socialista” (de izquierdas naturalmente) o “Informaciones” (de marcado carácter conservador). Llegó a ser cronista oficial de la Villa de Madrid. Destacó por sus obras de teatro, su novelas y folletines, el pulp español podríamos decir, y sobre todo por su poesía. Su última obra publicada es “Ruta emocional de Madrid”, publicada en Noviembre de 2020 por La Felguera.
EDGAR NEVILLE (1899-1967)
Autor procedente de la nobleza, pues llegó a ser Conde de Berlanga del Duero, se enroló en el cuerpo diplomático para ver mundo y escapar de la vida “formal” que le había tocado. Acabó recalando en USA, donde entablo amistad con el gran Charles Chaplin en 1922.
Enamorado de la pantalla de plata consiguió un contrato para la adaptación al castellano de las películas de la productora MGM, ya que en aquella época (como vimos con el Spanish Drácula de 1931) se rodaban versiones en castellano de las películas de Hollywood con destino al mercado hispanohablante. En Los Ángeles abrió las puertas a compañeros como Buñuel, pues gracias al buen humor y la amabilidad que siempre caracterizó a Neville, hizo muy buenos contactos.
En 1936 regresa a España junto con Conchita Montes, intelectual y actriz con la que coincidirá en múltiples ocasiones. Saltándonos su paso por los años de la Guerra Civil, ya que su actuación es bastante errática y envuelta en cierto misterio o desconocimiento (pues de militar en Izquierda Republicana pasa a entablar amistad con mandos del ejército fascista en Salamanca, no sin antes “huir” a Londres, luego París,…), en la posguerra regresa a su producción artística con sus obras literarias, de poesía o de cine. Es aquí donde se le comienza a enmarcar en la “Otra generación del 27”. El Teatro es lo que le reportará más fama e ingresos en su vida. Es quizás en la actualidad cuando más se reivindica su figura como director de cine.
En cuanto a su cinematografía, sus obras más famosas en el momento fueron “Duende y misterio del Flamenco” (1952), “El Baile” (1959) y “Mi Calle” (1960). Aunque para un servidor sus obras más particulares serían “Domingo de Carnaval” (1945), “El Crimen de la calle de Bordadores” (1946) y su gran obra de culto “La Torre de los Siete Jorobados” (1944), las cuales según algunos autores forman una trilogía Criminal-Costumbrista con la ciudad de Madrid como “protagonista”.
Trabajó en “La Codorniz”, pionera de las revistas satíricas en España, junto con Conchita Montes o Mingote. En sus últimos años engordó bastante, por lo que en una última broma, mando escribir en su lápida “…al final se quedó en los huesos”.
--- LA TORRE DE LOS SIETE JOROBADOS
La novela (1924)
“La Torre de los Siete Jorobados, que el propio Carrere había enfocado como folletín de aventuras, en el que lo policiaco, lo pseudocientífico y lo sobrenatural se unieran para imitar, con un toque peculiar de humor castizo, a los Leroux, Motta, Le Rouge, o La Hire, se alimenta de luchas en el medio astral entre voluntades opuestas, de bandas de falsiuficadores jorobados, de aparecidos, y de sabios un poco locos, y hasta de una ciudad perdida bajo los suelos de Madrid!...” reseña de la edición de El Club Diógenes, Valdemar (2015).
Autoría de la novela
La novela de “La Torre…” es considerada actualmente, y gracias a la laboriosa investigación realizada por Jesús Palacios (El misterio de una novela de misterio, 1998), obra de dos autores, el ya conocido Emilio Carrere y Jesús de Aragón, el que fuera llamado brevemente “el Julio Verne español”.
Según las pesquisas, Carrere habría entregado a su editor un manuscrito sin terminar, mezclando su obra ya editada “Un crimen inverosímil” con páginas en blanco y borradores de capítulos inconclusos. Así, el editor, solventaría el problema contratando a un escritor (los mal llamados “negros”) para terminar la obra, Jesús de Aragón, el cual se empaparía de la obra de Carrere para conseguir más autenticidad en su parte, rescatando personajes de otras novelas y folletines del autor (relacionándolo todo en, como diríamos hoy en día, un “Carrere-Verse”). No cabe decir que la obra nunca sería atribuida a los dos autores, será exclusiva de don Emilo Carrere, aunque quizás en futuras ediciones de Valdemar u otra editorial pueda ser resuelta esta, en nuestra opinión, injusticia.
Diferencias con la película (1944)
Las principales diferencias entre la versión cinematográfica y la novela, obviando las partes de la trama que no fueron incluidas, son las referencias a la cábala y a la teosofía, las invocaciones satánicas o los cantos a Zoroastro que en la novela hay a multitud y de las cuales prescinde la película, razones de la censura de la época (de la cual, aun así, salió muy bien parada). También tiene la novela un contenido esotérico y ocultista más potente que la película, la cual intenta mantener cierta simbología aunque “oculta” a los ojos del “no iniciado”. En la novela no son pocos los encuentros con la policía, a la que Carrere tilda de incompetente, lo cual no podía transmitir Neville en una película, no olvidemos, estrenada durante la dictadura franquista.
Otras grandes diferencias con la novela son la inclusión de personajes como Inés de Mantua, hija del aparecido y propiciadora del happy-end hollywoodiense que tanto gustaba a Neville, así como más situaciones cómicas (Napoleón, etc…), realizando una especie de “sainete de terror-fantástico”.
Referencias cinéfilas en la película
Para esta parte preparamos unos fotogramas donde se puede observar las influencias y “guiños” de Edgar Neville a grandes obras del cine expresionista y de terror. Con una sorpresa final, la referencia en "El Ministerio del Tiempo", serie realizada por RTVE en 2015, a la propia Torre.
Referencias “ocultas” en la película
Las referencias más claras que podemos encontrar en la película a nuestro parecer son las continuas apariciones del espejo como portal entre realidades y artefacto potenciador de poderes psíquicos, el cuchillo ceremonial que pretende usar Sabatino, nombre en clave de Sabbat (no sabemos si en relación a los ritos del Sabbat de las brujas o al judío).
La torre invertida de los jorobados es también otra clara lectura oculta, la cual propone una bajada al inframundo, a otra realidad, donde la verdad será revelada, cual rito iniciático de una sociedad secreta. En esa otra realidad se exige un asesinato o un sacrificio ritual para así compartir el secreto y poder vivir allí sin la molestia de la sociedad externa.
En cuanto a los jorobados podemos comprobar que su número es 7, número cabalístico por excelencia, a la par que su líder (como ya hemos comentado) hace mención al Sabbat. Algunos autores han realizado también una crítica a la obra (principalmente la novela), la cual podría reflejar cierto espíritu anti-semita si relacionamos a los jorobados con la sinagoga oculta en la que viven y la falsificación de moneda, dando a entender entre líneas que son judíos cuyo afán por amasar dinero les hace cometer cualquier fechoría, estereotipo xenófobo muy extendido en aquella época.
¿Qué hay de verdad en “La Torre…”?
En los años 20 del siglo pasado se describieron numerosas ruinas bajo la capital, cosa que propició la idea para la novela. Como casi todas las viejas ciudades, Madrid, está repleta de túneles y pasadizos ocultos, sótanos que se comunican entre ellos, etc… El propio Carrere aseguraba sobre la Torre que “debía existir”, ya que desde su misma casa hasta el río Manzanares había un largo túnel que desembocaba en una gran habitación, asi que “no sería extraño encontrar una sinagoga o algún templo oculto” según el propio autor.
En los años 40 se reeditaron las obras donde se reunían aquellos trabajos arqueológicos, lo que propició un aumento por el interés del Madrid subterráneo y oculto, momento perfecto que utilizó Neville para realizar la película.
En la obra la entrada a la Torre y al submundo que la rodea está en la Plaza de la Paja, abarcando desde la calle de la Morería hasta la Iglesia de San Andrés.
Para dejar volar nuestra imaginación y pensar en la posibilidad de su existencia os dejamos unas imágenes con planos de túneles conocidos en Madrid, algunos de ellos practicables hoy en día aderezados con imágenes propias de este mundo oculto.
La película se estrenó únicamente en el cine Capitol de
Madrid el 23 de Noviembre de 1944, año en el que la 2ª Guerra Mundial estaba
siendo muy disputada, con la vista de todo el mundo en el frente francés y
ruso, es quizás por eso que al igual que la censura no se molestó mucho en
revisar la cinta, tampoco tuvo mucha relevancia en el panorama cultural, ya que
únicamente duró 7 días en cartelera y Neville, al considerarla un fracaso,
nunca la promocionó ni le gustaba hablar de ella. Incluso se creyó perdida
durante un tiempo hasta que la Filmoteca Nacional consiguió restaurar los
negativos.
Para terminar la charla y sumergirnos en el mundo fantástico
y cañí de “La Torre de los Siete Jorobados”, seleccionamos una poesía de
Carrere perfecta para la ocasión:
“Barrio
de la Morería, / patinado de poesía y ungido de tradición; / con sus casucas
judaicas, / con sus leyendas arcaicas / y su honda desolación. / Rinconcito
madrileño, / que yace en profundo sueño / de los siglos a través; / en cuya paz
solitaria/ cantaba la legendaria / campana de San Andrés” Emilo Carrere, 1944.
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